Fue una de las mujeres afectadas por las expropiaciones que se llevaron a cabo en la zona.
Recuerda vivamente el momento y no le agradó la expropiación, ya que nadie les informaba sobre las labores que se llevaban a cabo en las instalaciones.
Esta falta de conocimiento generó miedo, incertidumbre y movilizaciones entre los afectados.
En su caso, la expropiación consistió en la instalación de un corralito, servidumbres y postes, durante las expropiaciones de 1984 y 1985.